Los que reciban el sello del Dios vivo y sean protegidos en el tiempo de angustia, deben reflejar plenamente la imagen de Jesús. — Primeros Escritos, 71 (1851).
El sello de Dios no será nunca puesto en la frente de un hombre o una mujer que sean impuros. Nunca será puesto sobre la frente de seres humanos ambiciosos y amadores del mundo. Nunca será puesto sobre la frente de hombres y mujeres de corazón falso o engañoso. Todos los que reciban el sello deberán estar sin mancha delante de Dios y ser candidatos para el cielo. — Joyas de los Testimonios 2:71 (1882).
El amor se expresa en la obediencia, y el amor perfecto echa fuera el temor. Los que aman a Dios, tienen el sello de Dios en la frente, y obran las obras de Dios. — Hijos e Hijas de Dios, 53 (1894).
Los que venzan el mundo, la carne y el diablo, serán los favorecidos que recibirán el sello del Dios vivo. — Testimonios para los Ministros, 445 (1886).
¿Estamos luchando con todas las facultades que Dios nos dio para alcanzar la medida de la estatura de hombres y mujeres en Cristo? ¿Estamos procurando su plenitud, conquistando una altura cada vez mayor, en procura de la perfección de su carácter? Cuando los siervos de Dios alcancen este punto, serán sellados en sus frentes. El ángel registrador declarará: “Consumado es”. Serán completos en él los que le pertenezcan por creación y por redención. — Mensajes Selectos 3:488 (1899). Eventos de los Últimos Días, Cap. Semejante a Cristo en carácter p. 187.7